El estudio de los aspectos organizacionales y psicosociales, y su relación con la salud laboral ha adquirido una gran importancia y reconocimiento en los últimos años (Houdmont & Leka, 2010). El momento de crisis socioeconómica por el que atraviesa España tiene un importante impacto en los aspectos psicosociales de las organizaciones, por lo que cada vez se hace más recomendable y necesaria una evaluación de estos factores. Debido a que es la salud de l@s trabajadores/as la que se ve afectada, la preocupación por el tema ha aumentado sustancialmente.  Coinciden dos cuestiones que a nuestro modo de ver, no están siendo atendidas del modo adecuado. Por un lado, a pesar de la normativa vigente que regula la evaluación de los riesgos psicosociales (RD39/1997 de los Servicios de Prevención; Ley de Prevención de Riesgos Laborales 31/1995) en la que se establece de forma taxativa la obligación del/la empresari@ de "garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores a su servicio en todos los aspectos relacionados con el trabajo", no se están contemplando los mecanismos necesarios para su detección y por tanto evaluación. Por otro lado, el ámbito de la atención a la violencia de género, por el contenido impactante, a nivel emocional, de las historias de violencia narradas por las usuarias, coloca a l@s profesionales/as que trabajan en este ámbito, en uno de los colectivos con mayor probabilidad de sufrir repercusiones a distintos niveles: personal (psicológico, conductual y físico), social y laboral (Coles, et al., 2013; García, 2014). De no ponerse los medios necesarios, no solo estaríamos poniendo en riesgo la salud de est@s profesionales, sino como consecuencia, estaríamos privando a las mujeres víctimas de violencia de género de la posibilidad de recibir la atención requerida en las mejores condiciones.  Es por ello que este proyecto va encaminado a realizar un primer acercamiento a la evaluación de las condiciones laborales en las que l@s profesionales que trabajan con víctimas de violencia de género desarrollan su trabajo y poder así, detectar, para su posterior evaluación e intervención, los riesgos psicosociales relacionados con el desempeño laboral.