El Grupo de Educación No Formal del COPPA emite un comunicado con motivo del 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud.
La pandemia mundial de la COVID19 desarrollada en 2020 nos ha hecho vivir hechos excepcionales que han derivado en un enorme esfuerzo para todas las personas. Aurore Brossault de UNICEF México, conocedora del impacto en la salud de esta situación para la juventud nos ha dejado algunas recomendaciones [1]. Y nosotros, desde el grupo de Educacion No Formal del Colegio Profesional de Psicología de Aragón, queremos aprovechar para destacar el 12 de agosto como Día Internacional de la Juventud [2], reconociendo la gran capacidad de adaptación y el esfuerzo que ha tenido este sector de la población, especialmente relevante en el presente, pero también en el futuro de nuestra sociedad.
En condiciones normales, para la juventud, la educación formal está muy presente en su vida cotidiana, siendo obligatoria la escolarización y la asistencia al centro educativo hasta los 16 años, salvo algunas excepciones. Además, para una parte importante, la actividad educativa continúa más allá de esta edad (Formación Profesional, Bachillerato, Universidad, entre otras), lo que supone un gran esfuerzo y dedicación diarios.
Pero también, existen otras muchas actividades educativas, las denominadas de educación no formal, en las que las personas jóvenes participan, permitiendo el desarrollo de competencias, capacidades y habilidades, diferentes y/o complementarias a las desarrolladas en el contexto formal. Son aspectos más internos o abstractos como los valores [3], la resiliencia, la autoestima, el autoconcepto y el optimismo, adquiridos a través de la realización de programas deportivos, culturales y/o musicales, de tipo individual y/o grupal y desarrollados en diferentes espacios como en Casas de Juventud, Proyectos de Integración de Espacios Escolares (PIEE’s), Campamentos y Proyectos de Voluntariado, entre otros.
Desde la declaración del estado de alarma, la juventud (al igual que otros colectivos) ha quedado en un segundo plano: sin actividad académica presencial (en Institutos de Educación Secundaria Obligatoria, centros de Formación Profesional ni estudios universitarios), asistiendo a un giro de 180º en la actividad académica virtual, con un nivel de exigencia desigual y, en ocasiones, superior al presencial. La juventud ha vivido con inquietud, inseguridad e incertidumbre gran parte de sus planes en relación a decisiones influyentes en su futuro (como la realización de la EVAU) y ha visto truncados gran parte de sus viajes, intercambios y estancias previstos para estos meses.
Los planes para la Educación No Formal han sido incluso peores. Aunque desde las Instituciones públicas y privadas, se ha intentado seguir promoviendo actividades, se ha detectado que la virtualidad ha afectado negativamente a la esencia metodológica de estos programas: la interacción social, las relaciones entre iguales y la mejora de la autoestima ya que somos conocedores de que el 97,9% [4] prefiere estar presencialmente con los amigos durante su ocio y tiempo libre.
Las personas jóvenes [5], así como las asociaciones y empresas contratantes en este sector, además de la afectación vital sufrida, han experimentado con gran intensidad los efectos del parón económico derivado del confinamiento. La adquisición de habilidades y competencias derivadas de estos programas (resolución de conflictos, competencia social, trabajo en equipo e inteligencia emocional) son relevantes para esta "nueva normalidad" de la juventud como herramientas de prevención primaria y educación y promoción de la salud física y mental. Por ello, como profesionales de la psicología, redundamos en la recomendación (con las adaptaciones y medidas oportunas) y el incentivo económico de parte de las instituciones públicas para no olvidar esta participación con responsabilidad en actividades no formales, tan positivas para la empleabilidad (acceso y mantenimiento al empleo) y para la adaptación al contexto personal, laboral y comunitario.
Grupo de Educación no Formal
Colegio Profesional de Psicología de Aragón
[1]
https://www.unicef.org/mexico/salud-mental-de-las-y-los-adolescentes-ante-el-covid-19
[2] Declarado desde 1999 por la Asamblea de las Naciones Unidas
[3] Serrano Valenzuela, B. (2019). Lo que meto en mi mochila. Descubriendo la educación no formal. Una aproximación desde la psicología. Ed. Certeza, Zaragoza.
[4] Observatorio de la Juventud en España. (2015). Jóvenes, ocio y consumo. Principales conclusiones. Sondeo de opinión. Ed. INJUVE, Madrid.
[5] López Oller, J. (2020). Juventud en riesgo: análisis de las consecuencias socioeconómicas de la COVID-19 sobre la población joven en España. Ed. INJUVE y CJE.