El pasado viernes, 20 de enero, el salón de actos de Fnac plaza de España de la capital aragonesa albergaba la presentación del libro ‘¿Bienvenido metaverso? Presencia, cuerpo y avatares en la era digital’ obra del psicólogo clínico y psicoanalista aragonés José Ramón Ubieto (Sabiñago, Huesca) y la socióloga barcelonesa Liliana Arroyo, investigadora del Instituto de Innovación Social de ESADE y experta en transformación digital e impacto social. 

Un acto organizado por el Grupo de Psicoanálisis Contemporáneo del Colegio Profesional de Psicología de Aragón (COPPA) y que logró un lleno hasta la bandera con el objetivo de generar debate con profesionales y la población en general sobre cuestiones que afectan y comprometen a la sociedad actual como el mundo virtual, las redes sociales o la inteligencia artificial. 

Ubieto, acompañado en la mesa por las colegiadas Gema Castro y Elena Calvo; explicó que la obra ofrece una visión desde la doble perspectiva que ofrecen sus autores, una socióloga y un psicólogo, que van alternando sus puntos de vista con el objetivo de tratar de reunir las diferentes claves para “entender esta nueva realidad, con sus riesgos y oportunidades, y descubrir cómo podemos intervenir los adultos sin dimitir de nuestras funciones ni retroceder”, indica el autor. 

Durante la tarde se generó un interesante diálogo abierto con expertos y parte del público en general, muchos padres, madres y profesionales del ámbito educativo que pusieron de manifiesto que esta preocupación es real: “La obra surge precisamente de esta preocupación que detecto a raíz de mi trabajo clínico con adolescentes en consulta, sobre todo durante los últimos años”.

Y es que han sido precisamente ellos quienes le hicieron interesarse por el mundo digital y las redes sociales. “Una realidad muy viva en la que ellos encuentran muchas respuestas. Es imposible entenderles sin entender esta realidad”, asegura el psicoanalista. 

Tras formarse en psicología en 1980 en Barcelona, ciudad en la que reside desde entonces, Ubieto trabajó varios años como psicólogo en el Servicio de Atención Social y Psicológica del Ayuntamiento de Barcelona. Actualmente, ya jubilado, alterna el ejercicio privado con el de profesor en la Universidad de Barcelona, además de colaborar con medios como La Vanguardia o The Conversation. “Al tiempo continúo investigando, y fruto de algunas de estas investigaciones surgen libros como éste”, explica. 

Es miembro, desde su fundación, de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Asegura que se enamoró de esta disciplina muy joven a raíz de no entender sus propios procesos vitales cuando era un adolescente. “A los 15 años leí ‘Tres Ensayos para una teoría’, de Freud, y allí encontré respuestas a muchos de los problemas normales que yo sentía que tenía”, rememora. Por eso, aunque la formación oficial en España era complicada, como en el ámbito de la psicología en general en aquellos momentos, decidió formarse por su cuenta. “Creamos grupos de estudio y diversas instituciones, hasta hoy”, añade. 

Pero, ¿qué ocurre con el psicoanálisis que levanta tantas pasiones como controversias? El experto lo tiene muy claro: “La pretensión de esta rama es invitar a las personas que sufren a conocer las razones por las que lo hacen, y eso en una época en la que se prefieren las recetas fáciles, y sobre todo inmediatas; es complicado”. Por eso, afirma, todas aquellas disciplinas que invitan a hacer un esfuerzo sobre uno mismo ocasionan tanto revuelo. “Cuando nos acosa el malestar preferimos salir corriendo, pero no pensamos en que estas cosas siempre vuelven. El psicoanálisis propone un sistema diferente, quizás un poco más lento, para poder convivir con lo que quede de este malestar. Cada uno elige la fórmula que quiere”, concluye.